Remediaciones

 

Con el fin de entender lo que implica el concepto "remediación", es preciso volver sobre la idea de medio como soporte, como extensión, y a la vez como parte del mensaje, todo ello haciendo eco de las teorías propuestas por Marshall McLuhan en los años sesenta y setenta (1967; 1996; 1998). En español, remediar alude a 'poner remedio a', esto es, a 'corregir' o 'mejorar' , partiendo de fallas previas. Si se considera el prefijo en relación con lo anterior, este acto o proceso puede entenderse como una forma de 'volver a mediar', 'volver a comunicar', con nuevas y mejoradas herramientas. Esto en consonancia con el discurso que fueron adoptando los "nuevos medios" como versiones actualizadas y mejoradas de medios previos, en una perspectiva evolucionista que, hasta hace dos décadas, determinaba las ideas sobre caducidad y obsolescencia entre medios, en las que los nuevos amenazaban a los anteriores con relevarlos al ofrecer nuevas y mejoradas formas de comunciación —del impreso a la radio, de la radio a la televisión, y de todo ello al medio digital. Sin embargo, este proceso no es exacto.

Tal como sugiere N. Katherine Hayles, el último siglo no ha presenciado propiamente una carrera de relevo vertiginoso entre medios tecnológicos, como suele pensarse, sino un proceso en el que éstos se anticipan unos a otros, generando la apariencia de tener un origen y sucesión o desarrollo estable y concatenado (Hayles 2002). Así, en las primeras décadas del siglo XXI nos encontramos ante la proliferación de medios que van depurando sus funciones y su cometido a medida que van redefiniendo su lugar y forma de co-existir con otros medios. Esto también lo han reconocido Jay David Bolter y Richard Grusin (2000), pioneros en esta teoría, para quienes la historia de los medios refleja que los nuevos medios no sólo proponen nuevas formas de comunicación, sino que transforman los medios preexistentes a la vez que adoptan algunas de las propiedades de medios previos.

Un ejemplo clásico de remediación se puede ver con el paso del manuscrito al libro impreso. El conjunto de convenciones en el diseño y distribución de los textos en la página (como el uso de mayúsculas, sangrías, etc.) se originaron desde el trazo de la mano y posteriormente se trasladaron, en primer lugar, a los tipos móviles de las primeras imprentas, hasta llegar a los distintos programas de diseño editorial en los que se realiza la maquetación y formación de libros, revistas, panfletos y periódicos. De ahí, por ejemplo el surgimiento del recurso del esqueumorfismo, la técnica de diseño que utiliza recursos de medios reconocidos para indicar funciones semejantes en medios nuevos y que está tan presente en los dispositivos digitales: un sobre para indicar un correo electrónico, simular la vuelta de una página en los lectores de libros electrónicos, e incluso la idea del escritorio en los entornos gráficos de las computadoras. Estas formas de representación, tanto icónicas como arbitrarias, interactúan dentro de sistemas complejos, muchas veces sin que seamos conscientes de ello.

Según Bolter y Grusin, la remediación puede entenderse como la forma en la que se reconoce y procesa el relevo o la actualización de un medio en otro. De acuerdo con ellos, es posible rastrear fenómenos de remediación desde el Renacimiento con el surgimiento de la perspectiva lineal, un sistema de representación visual cuyo impacto es identificable en medios tan distintos como la pintura, la fotografía, el cine y los videojuegos. También advierten que las remediaciones deben entenderse como prácticas de culturas y grupos específicos en épocas concretas. Asimismo, la definen como un cambio de forma, en un contexto en donde la mediación y la realidad son inseparables.

Bolter y Grusin además articulan su teoría de la remediación a partir de una doble lógica entre la inmediatez y la hipermediación; una lógica en apariencia opuesta, pero que en realidad es complementaria. Ésta consiste en el deseo de multiplicar y al mismo tiempo borrar los rastros de la mediación. La inmediatez dicta que el medio tendría que desaparecer y dejarnos en presencia de la cosa representada, es decir, que la interfaz debería parecer inexistente, de modo que el usuario pierda la consciencia de estar usando un medio y en su lugar se halle directamente frente al contenido de ese medio. Idealmente, se trata de procesos en los que se busca disimular los medios en el acto mismo de su multiplicación. Pensemos, por ejemplo, en los dispositivos multitarea, también conocidos como multifuncionales, que integran dos herramientas previamente autónomas: el escáner-impresora; o bien, el sinfín de funciones que podemos realizar hoy en día con los teléfonos móviles, desde tomar fotografías, escuchar la radio, almacena archivos multimedia, hacer llamadas, enviar mensajes, jugar, navegar en internet, realizar transacciones bancarias, todo en un mismo aparato y sin estar ya tan conscientes de lo que implica nuestro transitar entre las distintas acciones. Por su parte, mientras la inmediatez conlleva la borradura o la automatización de la mediación —como se explica en la entrada de medio—, la hipermediación se expresa como una multiplicidad de medios en la que se reconocen los múltiples actos de representación haciéndose visibles. Las dos lógicas en apariencia contradictorias coexisten en los medios digitales y son dependientes la una de la otra. La rapidez con la que se dan estos procesos en dichos medios hoy en día nos dificulta incluso a menudo identificar la remediación.

La teoría de Bolter y Grusin sobre la doble lógica de la remediación no pretende trazar una genealogía de las remediaciones, sino analizar los usos específicos de textos e imágenes en los distintos medios. Esto resulta particularmente importante para el estudio de las formas literarias articuladas en nuevos soportes y discursos.

Ejemplos

"Escribe tu propio Quijote" (2006) es una pieza de literatura electrónica que forma parte de la serie Wordtoys de la escritora argentina-española Belén Gache (1960- ), conocida por sus obras de literatura electrónica. La pieza se inspira en el espíritu de las pinturas Do-it-yourself Flowers de Andy Warhol. Se trata de una pieza interactiva cuya interfaz representa un procesador de texto básico, sin ningún botón o barra de herramientas que posibilite la edición. Al ingresar a la pieza, se despliega una ventana de procesador de texto vacía y en la parte superior la indicación "Escribe tu propio Quijote" interpela a los usuarios: muy probablemente éstos harán memoria y escribirán la famosa frase "En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme", pero estarán titubeantes respecto a lo que sigue. Si deciden continuar tecleando, reconocerán que no importa la combinación de teclas, en el procesador de texto irán apareciendo de forma predeterminada, letra por letra, las frases que inauguran la obra de Cervantes. Esto recuerda la función de texto predeterminado de los teclados o cuadros de texto, presente en los dispositivos actuales, pero que en el fondo activa y pone en circulación digital los procedimientos de literatura parasitaria, variaciones, copias y plagio tan discutidos en la literatura de circulación impresa.

Esta pieza materializa la idea de que toda escritura es reescritura, el usuario de la pieza pasa de ser el autor en potencia de un nuevo Quijote a ser un mero copista. Se ponen en cuestión nociones como la identidad fija del texto o la autoría original, así como la (im)posibilidad de la escritura original, un tema recurrente en la literatura contemporánea.

El procedimiento y los objetos que conforman el proyecto 56 Broken Kindle Screens (2012) de Silvio Lorusso (1985- ) y Sebastian Schmieg (1983- ) permiten ver distintas formas de remediación relacionadas con la historia del libro y otros dispositivos de lectura. Para este proyecto se recopilaron imágenes encontradas en línea que muestran pantallas de lectores Kindle rotas. Dichas fotografías de tinta electrónica conforman un libro. Las imágenes de pantallas están arruinadas, pero en su mayoría todavía encendidas, por lo que permiten ver sólo parte de los contenidos almacenados; se despliegan en el libro como composiciones de fragmentos de elementos provenientes de las portadas de los libros electrónicos, líneas, glitches, elementos de la interfaz y textos indescifrables. Así, los objetos arruinados se vuelven a su vez objetos estéticos, similares en su proceso y en su forma al collage, que ofrece cierto tipo de legibilidad dentro de lo ilegible y lo borrado. Además, es posible establecer una relación entre la estética de las pantallas rotas y las impresiones fallidas de las fotocopiadoras, cuyo objetivo inicial de reproducir mensajes textuales es interrumpido. 56 Broken Kindle Screens se puede adquirir en formato de libro impreso bajo demanda, y representa a la vez una especie de libro de artista, estableciendo continuidades y reflexiones derivadas de la materialidad de los dispositivos de lectura.

La instalación interactiva La industrialización latinoamericana y otros anacolutos (2018) del argentino Milton Läufer (1979- ), uno de los exponentes de literatura digital más prolíficos del internet en español, da cuenta de que las remediaciones también pueden ocurrir fuera de las pantallas, aunque todavía en relación con medios digitales. Como parte de una curaduría de literatura digital presentada en la Galería Libertad en la ciudad de Querérato, México, la instalación consta de dos impresoras de matriz de punto suspendidas en la nave principal de la galería. Esta clase de impresoras fueron un paso intermedio entre el sistema mecánico de las máquinas de escribir y las impresoras de inyección de tinta y se volvieron icónicas en las oficinas durante la década de los noventa debido a su característico sonido, resultado de los golpes de las matrices de puntos en el papel y el avance de las resmas de éste utilizadas sobre todo para el registro de contabilidad. La obra propone una actualización de estas impresoras en desuso al intervenirlas con un sistema de escritura automática que se alimentaba de dos flujos de textos. Una de las máquinas suspendidas imprime una base de datos integrada con textos acerca de la industrialización en América Latina mezclados con La sociedad industrial y su futuro (también conocido como el "Manifiesto de Unabomber" por su autor, el terrorista neoludita Theodore Kaczynski) y con textos del escritor argentino Osvaldo Lamborghini; la otra máquina imprime una serie de poemas generativos sobre las emociones de las computadoras del mismo Läufer. Ambos aparatos se activan por medio de un detector de movimiento, generando la ilusión de reaccionar ante la presencia de los visitantes en la galería. Así, la escritura automática creada por algoritmos alojados en computadoras "sale" a un medio que históricamente le es ajeno, la materialidad de las resmas de papel cayendo desde las impresoras son lo inmediato representado, mientras que el proceso de hipermediación reúne procedimientos de escritura propios del mundo digital con objetos considerados obsoletos, pero que se actualizan en esta intervención.

Referencias citadas

Bolter, Jay David, y Richard Grusin. 2000. Remediation. Understanding New Media. Cambridge: The MIT Press.

Hayles, N. Katherine. 2002. Writing Machines. Cambridge: The MIT Press.

McLuhan, Marshall. 1967. Verbi-Voco-Visual Explorations. New York: Something Else Press.

———. 1996. Comprender los medios de comunicación. Las extensiones del ser humano. Traducido por Patrick Ducher. Buenos Aires: Paidós.

———. 1998. La galaxia Gutenberg. Génesis del homo typographicus. Traducido por Juan Novella. Barcelona: Galaxia Gutenberg.

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